Quiropráctico en Concepción

Dolor lumbar: ¿Cómo saber si necesito ayuda de quiropráxia?

Introducción

El dolor lumbar es una queja común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien el dolor en la espalda puede ser ocasional y desaparecer por sí solo, en muchos casos puede convertirse en un problema crónico que interfiere con la calidad de vida. ¿Cómo saber si tu dolor lumbar requiere atención quiropráctica? En este artículo, exploraremos las señales que indican que deberías consultar a un especialista.

Como recordarán quienes nos vieron en el matinal «Nuestra Casa» de Canal 9, junto a los quiroprácticos César Cuevas y Pablo Alarcón abordamos todo lo que necesitas saber sobre el dolor lumbar y cuándo es necesario consultar con un profesional.

 

¿Qué es el dolor lumbar?

El dolor lumbar se refiere al dolor que se siente en la parte baja de la espalda. Puede ser agudo, crónico o recurrente y puede variar en intensidad desde una molestia leve hasta un dolor incapacitante.

 

Causas del dolor lumbar

Las causas del dolor lumbar son diversas y pueden incluir:

  • Lesiones: Esguinces, distensiones musculares, hernias discales y fracturas.
  • Mala postura: Mantener una postura incorrecta durante largos períodos puede ejercer presión sobre la columna vertebral.
  • Debilidad muscular: Los músculos débiles de la espalda pueden no proporcionar el soporte adecuado a la columna vertebral.
  • Artritis: La artritis puede causar inflamación y dolor en las articulaciones de la columna vertebral.
  • Problemas de disco: Los discos intervertebrales pueden desgastarse o herniarse, causando dolor y compresión de los nervios.

 

¿Cuándo consultar a un quiropráctico?

Si experimentas alguno de los siguientes síntomas, es recomendable que consultes a un quiropráctico:

    • Dolor lumbar persistente: Si el dolor en la espalda persiste durante más de unas pocas semanas, a pesar de los tratamientos caseros.
    • Dolor que irradia a otras partes del cuerpo: Si el dolor se extiende a las piernas, los glúteos o los pies.
    • Dolor que empeora con el movimiento o al levantar objetos.
    • Entumecimiento u hormigueo en las piernas.
    • Dificultad para realizar actividades diarias.
  • Para un chequeo preventivo si tienes antecedentes 

 

¿Cómo puede ayudar la quiropráctica al dolor lumbar?

La quiropráctica se enfoca en la alineación de la columna vertebral y las articulaciones. Al corregir las subluxaciones vertebrales, los quiroprácticos pueden ayudar a aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la movilidad. Los ajustes quiroprácticos pueden ser especialmente beneficiosos para el dolor lumbar causado por:

  • Subluxaciones vertebrales: Desalineaciones de las vértebras que pueden irritar los nervios y causar dolor.
  • Tensión muscular: La quiropráctica puede ayudar a relajar los músculos tensos y reducir los espasmos musculares.
  • Disfunción articular: Los ajustes quiroprácticos pueden mejorar la movilidad de las articulaciones de la columna vertebral.

 

¿Qué esperar de un tratamiento quiropráctico?

Durante la primera visita, el quiropráctico realizará un examen físico completo y te hará preguntas sobre tu historial médico. Basándose en esta información, el quiropráctico desarrollará un plan de tratamiento personalizado. Los tratamientos quiroprácticos suelen ser seguros y efectivos, y la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en sus síntomas.

Preguntas frecuentes

La quiropráctica ha demostrado ser muy efectiva para aliviar el dolor lumbar causado por desajustes espinales y tensiones musculares. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los tipos de dolor lumbar responden igual al tratamiento quiropráctico. Si tu dolor es causado por una condición médica subyacente más grave, como una fractura o un tumor, es fundamental que consultes a un médico. que se produzcan calambres.

El número de sesiones de quiropráctica necesarias para aliviar el dolor lumbar varía de persona a persona y depende de la gravedad de la condición y de la respuesta individual al tratamiento. Algunos pacientes experimentan alivio significativo después de unas pocas sesiones, mientras que otros pueden requerir un tratamiento más prolongado. Tu quiropráctico podrá darte una estimación más precisa después de realizar una evaluación completa.

Sí, la quiropráctica se puede combinar con otros tratamientos para el dolor lumbar, como la fisioterapia, la terapia de ejercicio y la aplicación de calor o frío. De hecho, combinar diferentes enfoques puede ser aún más efectivo para aliviar el dolor y mejorar la función. Tu quiropráctico puede recomendarte otras terapias complementarias que se adapten a tus necesidades específicas.

Los ajustes quiroprácticos generalmente son seguros y tienen pocos efectos secundarios. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar dolor muscular leve o molestias temporales después del tratamiento. Es importante informar a tu quiropráctico si experimentas algún efecto secundario inusual o si tu dolor empeora.